jueves, 22 de enero de 2015

Los premios y los castigos como forma para educar a nuestros hijos

En nuestro día a día como padres es fundamental establecer unas normas y unos límites a los niños

Debemos conseguir que los niños sean conscientes de sus malas actuaciones, pero también de las buenas.
Hay que inculcarles desde pequeños que la disciplina no es algo negativo, sino que es la forma de que adquieran un sistema de valores y comportamiento. De esta manera crecerán seguros y serán capaces de hacer frente a las “adversidades” que puedan encontrar en su crecimiento.
Toda conducta en un niño busca una reacción en los padres (llamar la atención, aprobación, expresar un estado físico…). Por eso, toda conducta dependerá del tratamiento posterior que se le dé y las consecuencias pueden ser positivas o negativas.
Las consecuencias positivas producen a largo plazo un aumento de dicha conducta; mayor probabilidad de que el niño la repita. Las consecuencias negativas tienden a disminuir o desaparecer a largo plazo dicha conducta.

Premios y castigos


Muchos educadores y padres piensan que dar premios a un niño por hacer lo que es su deber y que es una forma de malcriarlo. Todo lo contrario, hay que enseñar y motivar al niño en sus buenas conductas: su esfuerzo debe ser reconocido. No obstante, hay que tener claro que el premio debe ser real y equitativo, en función de la acción del pequeño. Siempre habrá que acompañar este premio material con un beso o una frase positiva para que el niño, desde pequeño, coja confianza en sí mismo.
De la misma manera, cuando el pequeño se porte mal, deberemosreprenderle y acudiremos a los castigos cuando hablemos deconductas negativas y poco frecuentes como el pegar, las agresiones verbales…
SANDRA NEUMANN

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